"El menos malo"

Así es, esta Premier, la de la temporada 2011/2012 la ganará el menos malo de todos. Era sabido que el título viajaría, salvo sorpresa, a Manchester. Solo hacía falta conocer, 38 jornadas después, el color de las tiras que decorarían la copa de campeón. El rojo de Old Trafford o el azul celeste de los del Etihad, esa era la cuestión.

El derbi de Manchester, el City-United de ayer refleja a la perfección la teoría de "el menos malo":

- Ferguson salió a conservar; los "diablos rojos", 3 puntos por encima de sus vecinos del este dejaron su juego rápido y eléctrico (Valencia y Young) en el banquillo para plantear un 1-4-5-1 de contención, personificado en Carrick-Scholes-Park. La jugada le salió mal, muy mal al bueno de Fergui. Los del escocés cedieron el balón a su rival y ni se acercaron a  la meta de Hart, 0 tiros entre los 3 palos, algo inusual y más teniendo en tu plantel a tipos como Rooney, Berbatov o Chicharito.

- Mancini guarda la ropa; al City únicamente le valía ganar (y lo hizo), Mancini  lo sabía y aunque le doliera salió "con todo", Tévez-Agüero-Silva y Nasri, escoltados  por los incombustibles y esenciales Yaya Touré y Barry (luego iré con ellos). Tras irse a vestuarios con victoria (1-0) llegó el "momento Roberto", la vena italiana que ha hecho que el City no sea campeón a estas alturas sobrevoló el Etihad Stadium: Tévez por de Jong, Micah Richards por Silva, la magia y el desequilibrio por la fuerza y el descontrol. Suerte tuvo el italiano, al final el City aguantó, los aficionados respiraron, esa película ya la habían visto más de una vez.

- Tensión en los banquillos; en agosto tanto City como United aparecían como favoritos en las casas de apuesta para dominar Inglaterra y Europa. Hoy por hoy, primer día de Mayo, ambos pueden "salvar" la temporada con la Premier. Esa irregular temporada se vio reflejada en los banquillos, ese momento de tensión, ese encontronazo que vivieron Mancini y Ferguson en el área técnica cuando corría el minuto 75, ambos sabían que de ese partido dependía el devenir de una temporada, el resultado de muchos meses de trabajo.

Referente al partido ganó el menos rácano, o el menos rácano en momentos puntuales. Claramente el City con balón te acorrala, te asedia y te acaba derribando. Así sucedió en el descuento del primer acto, cuando David Silva, que apareció poco a causa de esa tela de araña tejida por Ferguson, puso el esférico en la cabeza del capitán citizen, Vincent Kompany, que además de secar y anular a Wayne Rooney marcó posiblemente, el gol de la Premier.

El partido había sido planteado de una manera extraña en Ferguson, pero habitual cuando se juega títulos. Un planteamiento que Mancini le deberá agradecer y sobre todo un estilo que beneficio a ellos, a esos jugadores de labor oscura: Zabaleta, Barry y Yaya Touré se enmarcaron un partido memorable. Además Ferguson reaccionó tarde, dio solo 13 y 7 minutos a Valencia y Young respectivamente, cuando han sido ellos, junto a Rooney los hombres más determinantes del Manchester United en esta Premier.

El argentino Zabaleta se impuso a Giggs y Evra, se asoció, llegó e imprimió carácter al equipo. El medio centro inglés es el auténtico jefe, el líder silencioso de este City. Roba, entrega, dirige, todo ello desde la sombra, desde la larga distancia de las figuras; es el jugador que solo te das cuenta de su importancia cuando no está. "No Barry, no City".

Y Yaya Touré, lo del costamarfileño es de mención especial, de una entrada para el solo. Brutal su desgaste, su labor, su juego. Ha explotado como llegador, como trequartista, se siente  importante y lo demuestra. Barry le guarda las espaldas, él llega y se desgasta, sin duda, un buen trozo de Premier es suyo.

Veremos estas dos últimas jornadas lo que deparan. El City visita St.James Park, ante un Newcastle que se juega el UCL y recibe al QPR metido en la lucha por no descender. Por su parte, el United recibe a la revelación del año, el Swansea y cierra el curso visitando al Sunderland de Martin O´Neil.