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sábado, 8 de septiembre de 2012

La gestión perfecta

Jorge Nuno Pinto da Costa es el presidente más laureado de la historia del fútbol. Desde que se hiciera cargo en el año 1982 del FC Porto, la entidad lusa ha conquistado en su sección de fútbol nada más y nada menos que 2 Champions League (1987 y 2004), una Supercopa de Europa (1987),  2 Copas de la UEFA (2003 y 2011), 2 Intercontinentales (1987 y 2004), 19 Ligas y 12 Taças de Portugal. No es sencillo en sus 30 años de mandato haber conquistado todo esto y, más si cabe, con una gestión perfecta, llena de beneficios, traspasos, incorporaciones y cambios radicales en la plantilla.

La leyenda de Pinto da Costa comienza a gestarse en la primera década del siglo XXI. La llegada de José Mourinho al banquillo en enero del 2002 sustituyendo a Octávio Machado fue el inicio de la década dorada. Esos primeros 6 meses en el cargo hicieron sentar las bases de un proyecto, una idea de club que llega hasta nuestros días. Mourinho utilizó esos primeros meses en el Estadio do Dragao para gestar un equipo campeón, darle una identidad al los dragones de Porto.


José Mourinho lo ganó todo con el FC Porto antes de comenzar su andadura en Inglaterra con el Chelsea FC.

La consecución del UEFA en el año 2003 y la posterior Champions League en el año 2004 hicieron que el FC Oporto y José Mourinho se situaran en boca de todos. Sus jugadores eran del agrado de media Europa, Mourinho, el más deseado. Si a eso le añadimos la gran Eurocopa de Portugal, fue ese verano de 2004 donde Pinto da Costa empezó a labrar su leyenda.

Mourinho ponía rumbo a Londres. El magnate ruso y propietario del Chelsea FC, Román Abramóvich , lo contrataba, con él, de la mano, se marchaban Paulo Ferreira y Ricaro Carvalho, dejando en las arcas del club portugués 50,5 millones de euros, cuando sus fichajes a penas habían tenido coste alguno. El lateral llegó a los dragones desde el Vitoria de Setúbal en el año 2002, mientras que el central portugués cumplía su tercera temporada en Porto desde que aterrizó procedente del Alverca. Además, a Barcelona ponía rumbo el todoterreno Anderson Luis de Souza "Deco". El cerebro luso, avalado por una gran Eurocopa y una excelente Champions League reportaba, 5 años después de su llegada desde el Salgueiros, 21 millones de euros.
Unos se iban, pero otros llegaban. Pinto da Costa comenzaba a moverse en el mercado. A do Dragao llegaba el brasileño Luis Fabiano desde el Sao Paulo por 3,5 millones. Para sustituir a Paulo Ferreira aterrizaba el campeón de Europa con Grecia Georgios Seitaridis, el Panathinaikos aceptaba la oferta de 3 millones y el griego era el nuevo dueño del carril del 2. En el mercado portugues, los dragones echaban la red en Boavista y Marítimo para hacerse con los servicios de Raúl Meireles y Kléper Laveran Lima Ferreira "Pepe". El medio llegaba libre, el central costaba 2 millones de euros. Por último, la última incorparación del campeón de Europa era Ricardo Quaresma, incluído en la operación Deco, costaba 6 millones a la entidad presidida por Pinto da Costa.

La temporada 2004-2005 con Luigi del Neri al mando no trajo títulos, pero llegaba el verano 2005, el mercado de fichajes y, de nuevo, el FC Porto era el centro de atención. El buen hacer de muchos de sus futbolistas le hacían a Pinto da Costa aceptar oferats irechazables. Los recien llegados Seitaridis y Luis Fabiano dejaban 20 millones de euros y se marchaban al Dínamo de Moscú y Sevilla FC respectivamente. En la aventura rusa, acompañarían al griego los portugueses Nuno Ricardo de Oliveira "Maniche" y Francisco José Rodrigues da Costa "Costinha", el pack luso les costaba a los moscovitas 20 millones de euros, cuando ambos habían llegado al club por un coste ínfimo al pagado por ellos.

La llegada de los argentinos Lisando López y "Lucho" González en 2005 dio un salto de calidad a los dragones.

De nuevo, con las arcas llenas, a los dragones les tocaba moverse. Elegían sudamérica, tierra de grandes cancheros. Desde Argentina llegaban Lisandro López y "Lucho" González. El delantero de Racing costaba 6,7 milones, mientras que el medio dejaba en River, su antigua casa, 10,2 millones de euros. La última incorporacíon venía desde Brasil, desde Porto Alegre. El Gremio aceptaba la oferta de 5,5 millones por Anderson, el centrocampista brasileño se convertía en nuevo jugador de la plantilla dirigida este año por  el holandés Co Adriaanse.

La temporada con el holandés al cargo devolvía a los dragones la hegemonía en la liga. El doblete en Portugal esa temporada 2005-2006 y la posterior llegada de Jesualdo Ferreira a la entidad lusa hacían que el vernao de 2006 fuera el más tranquilo de la década para Pinto da Costa.

En la temporada 2006-2007, la primera de Jesualdo Ferreira, el FC Porto conquistaba la liga de nuevo. La temporada de los dragones no pasba desapercibida y en verano, el Real Madrid y el Manchester United llegaban con dinero bajo el brazo. Los diablos rojos pagaban 33,5 millones por Anderson, el cuál había llegado dos temporadas atrás al club por apenas 5,5 millones de euros. El Real Madid y 30 millones de euros tenían la culpa de que Pepe dejara do Dragao. Su llegada 3 veranos antes dejaba 28 millones de beneficio.
El verano pasaba y el FC Porto apenas se reforzó. La temporada sigueiente volvían a conquistar la liga, su poder en Portugal era enorme, pero necesitabn refuerzos para competir en Europa.

Ese verano de 2008 llegaban a la entidad dos jugadores que marcarían las diferecias en las temporadas venideras. Desde los vecinos del SC de Portugal llegaba Joao Moutinho por una cantidad cercana a las 12 millones de euros. Pero el fichaje que marcaría las diferencias sería el de Givanildo Vieira de Souza "Hulk". Pinto da Costa pagaba 5,5 millones (19 millones si contamos la segunda transferencia que le daba el 85% de su pase) por un brasileño perdido en la liga japonesa que, meses después se convertiría en la sensación del fútbol europeo. También, como todos los mercados veraniegos, había jugadores que abandonaban Portugal. Ricardo Quaresma dejaba su país natal para marcharse a Milán. El Inter pagaba 18 millones (12 más de lo que costó) por sus servicios. Además, el lateral José Bosingwa se marchaba a Londres después de que el Chelsea FC pagara la friolera de 20,5 millones.


La llegada de Hulk a Portugal cambiaría el rumbo del club en los años posteriores a su fichaje.

La temporada 2008-2009 fue un éxito rotundo. Doblete en Portugal (Liga y Copa) más la Supercopa lusa, lo que convertía al FC Porto en claro domiandor del fútbol portugués.
De nuevo llegaba un nuevo mercado de fichajes y Pinto da Costa seguia en sus trece de vender y fichar a menos precio jugadores de segundo nivel, a priori. Hasta el momento, la jugada era perfecta. Ese verano abandonaron el club tres pilares que habían ayudado a conquistar el doblete. Lucho González, Lisandro López y Aly Cissokho (que llegaba en invierno desde el Vitoria de Setúbal por 300.000 euros) se marchaban a Francia. Lisandro y Aly viajaban a Gerland. El Lyon pagaba 39 millones por sus servicios; mientras que el mediocentro argentino -por Lucho- aterrizaba en Marsella. Lucho se convertía en jugador del OM gracias a los 19 millones que pagaban los del Stade Vélodrome.
A las salidas, el presidente Pinto da Costa respondía pronto y bien. Llegaban Radamel Falcao Garcia desde River por 5,5 millones y Álvaro Pereira desde el Cluj rumano por 2 millones de euros. Sin duda, el fichaje del colombiano cambiaría la historia del club unos meses después.

El FC Porto perdía el poder en la liga, pero volvía a llevarse la Taça portuguesa. El final de temporada  2009-2010 acababa con el mandato de Jesualdo Ferreira; llegaba al club el alumno aventajado de Mourinho, André Villas-Boas se hacía cargo del primer equipo tras su breve paso por el Académica de Coimbra.
Lo primero que hizo el jóven entrenador fue reforza la plantilla para recuerar el trono en Portugal. Llegaron el colombiano James Rodriguez, ex de Banfield, y el argentino ex de Vélez Sarsfield Nicolás Otamendi. El central -por Otamendi- venía a sustituir al canterano Bruno Alves. El internacional portugués dejaba el club de su vida para viajar a Rusia. El Zenit y 22 millones tenían la culpa. Además del central luso, Raúl Meireles comenzaba una nueva etapa futbolística en la Premier. El Liverpool desembolsaba 13 millones por el centrocampista internacional con Portugal.

La temporada fue un rotundo éxito. Los dragones conquistaban los 4 títulos a los que optaban en agosto. Levantaban la Supercopa de Portugal, repetían triunfo en la Taça portuguesa y reconquistaban la Liga. Además, imponían su juego en Europa conqusitando la Europa League ante sus compatriota del SC Braga. Sin duda, la temporada 2010-2011 recordaba a las de comienzo de la década con José Mourinho al mando. El FC Porto volvía a mandar en Europa.


Radamel Falcao en su segunda temporada en Porto batía todos los registros goleadores. En la Europa League llegó a las 16 dianas.

Tras una excepcional temporada, el técnico AVB ponía rumbo a Londres para, como su profesor Mourinho, dirigir al Chelsea FC. Como todos los veranos, Pinto da Costa no se negaba a vender. Esta vez era Radamel Falcao que, tras batir todos los registros goleadores en sus 2 años como dragón, ponía rumbo a España. El Atlético de Madrid se hacía con sus servicios a cambio de 40 millones de euros. Para sustituirle el scouting luso peinaba de nuevo el mercado sudamericano que tan buen rendimiento les estaba dando. Ese verano llegaban Kléber y el pack belga -por Defour y Mangala- proveniente del Standard de Lieja. Defour y Mangala costaban 13 millones a la entidad lusa, mientras que el delantero brasileño llegaba desde el Atlético Mineiro a cambio de 2,3 millones de euros.

Vítor Pereira llegaba al cargo y revalidaba título local, sin embargo, el último día del mercado veraniego de 2012 no podía retener a Hulk. El brasileño se marchaba al Zenit de San Petesburgo por la friolera de 60 millones de euros, de los cuáles un 85% (son los derechos que posee el FC Porto) recaían en el equipo portugués. Pinto da Costa además vendía a Álvaro Pereria al Inter de Milán por 11 millones, misma cifra por la que el colombiano Guarín abandonó el club en invierno con el mismo destino. Este verano, los dragones han incorporado al delantero colombiano Jackson Matínez procedente del Jaguares de Chiapas mexicano, y al lateral Danilo que, cedido hasta enero en el Santos brasileño, una lesión le impidió tener minutos la temporada pasada. El lateral se convierte en un refuerzo de lujo para la campaña que ya ha dado comienzo.


Hulk, Deco, Pepe o Falcao son algunos de los jugadores que Pinto da Costa no tuvo miedo a vender. Sabía que otros los remplazarían.

La gestión de Pinto da Costa es un ejemplo a seguir. Con la confianza y el buen resultado que le da el mercado sudamericano, se mueve a las mil maravillas para sacar la máxima rentabilidad a sus jugadores. Verano tras verano una o dos piezas claves se marchan de Portugal, los beneficios son máximos, pero los fichajes realizados mantienen la calidad para poder seguir compitiendo al máximo nivel. Es seguro que en los próximos años James Rodríguez, Otamendi, o los recién fichados y todavía desconocidos para el gran público, Iturbe, Alex Sandro y demás, abandonaran el equipo. Otros llegarán en su lugar. Seguramente el precio de salida será infinitamente superior al de llegada, esa es la gran virtud del FC Oporto. Ficha barato, explota a los jugadores y no tiene reparos en venderlos al mejor postor. Pinto da Costa se ha convertido en un mito, una leyenda, es sin duda el motor de la gestión perfecta. En los últimos 8 años, el beneficio en materia de jugadores roza los 300 millones de euros, aun con todo, la plantilla sigue siendo competitiva, los dragones siguen ganando. 

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