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domingo, 2 de septiembre de 2012

El juguete roto de Michael


Nadie duda de Michael Jordan como jugador. Considerado por la gran mayoría como el mejor jugador de todos los tiempos y uno de los deportistas más influyentes de la historia. Sus 6 anillos y sendos MVP´s en las finales, 5 MVP´s de la temporada regular, 2 oros olímpicos (en Los Ángeles y Barcelona), sus 14 presencias en el All-Star Game, 2 concursos de mates, 10 veces incluido en el mejor quinteto de la liga y muchos  más registros y partidos estelares le avalan. Después de dos teóricas retiradas, tanto en 1993 como en 2001, y de volver a jugar, finalmente Michael Jordan se retiraba en el 2003 después de formar parte de los Washington Wizards, con 40 años.

Michael Jordan lo hizo todo, y bien, en una pista de baloncesto. Su palmarés habla por sí solo.

Tras retirarse, Jordan se dedicó a jugar al golf, una de sus grandes pasiones, y a promocionar su línea de ropa `Jordan Brand´. Pero algo faltaba en la vida de Jordan, como las otras dos veces que se había retirado, y claramente era el baloncesto. Pero ahora no tenía edad para poder seguir jugando, así que tomó una decisión alternativa: El 17 de marzo de 2006, compró los Charlotte Bobcats, convirtiéndose, además, en el General Manager del equipo de North Carolina.
  
En los Bobcats, un equipo nuevo que había llegado 2 años atrás a la liga, tenía muchas cosas que hacer. Evidentemente sin ninguna gran estrella, los de Charlotte aspiraban a ir armando poco a poco un equipo a base de altas elecciones de draft y conseguir buenos agentes libres. Y quién mejor que el más grande de todos los tiempos, Michael Jordan, para construir el equipo de Charlotte, o eso se suponía.

En las temporadas anteriores a que llegase Jordan, las elecciones del draft fueron Emeka Okafor (número 2) y Raymond Felton (número 5). Eran jugadores aprovechables, pero para nada grandes estrellas, lo que ya dificultaba a Jordan. Sin embargo, junto con Gerald Wallace, formaban una base sobre la que poder hacer un buen equipo. 

 
En primer plano Raymond Felton, detrás de él, Emeka Okafor, primeras piedras de la franquicia de Charlotte.

Con este panorama y con un muy interesante pick 3 llegaba Jordan al draft del 2006. Aquí vino el primer gran error de Jordan: seleccionar a Adam Morrison, un alero que estuvo vagando por la NBA sin pena ni gloria, y que ha acabado en Turquía, dejando pasar grandes jugadores como Brandon Roy, Rudy Gay o Rajon Rondo.
El equipo seguía siendo perdedor y en el 2007 Jordan elegía con el 8 a Brandan Wright, jugador que en 2012 aún no ha explotado, y lo mandaba a Golden State Warriors a cambio de Stephen Jackson, una de las decisiones más aplaudidas de Jordan. Sin embargo, el equipo seguía lejos de los registros positivos.

En el 2008 llegaba a Charlotte con el pick 9 en el draf de ese mismo año DJ Agustin, un mediocre base que no le conseguiría quitar el puesto a Felton. Los registros seguían siendo negativos, pero año a año se iba viendo una mejoría. El año siguiente, ya, sin una buena elección de draft pero con un equipo más o menos compensado y compenetrado, Charlotte Bobcats conseguía meterse a Playoffs. Eliminados en primera ronda, pero se había logrado un objetivo muy importante en un equipo liderado por jugadores como Felton, Gerald Wallace, Stephen Jackson o Tyson Chandler (que había llegado a cambio de Okafor).

Sin embargo, en el verano de 2010, esta presencia en los Playoffs les privaba otra vez de una buena elección en el draft, y a eso sumándole que Felton acababa contrato y que Chandler se fue a Dallas, y añadiéndole el `regalo´ poco antes de que acabase el mercado de traspasos de uno de sus grandes jugadores como es Gerald Wallace rumbo a Portland, el equipo quedaba de nuevo fuera de los Playoffs y toda la ilusión creada en Charlotte el año anterior se veía derrumbada. A Jordan ya le caían muchos palos de prensa y aficionados, y se ponía ya muy en duda su capacidad como GM.

 
Michael Jordan charla con Gerlad Wallace antes de que este pusiera rumbo a Porland.

En 2011, conseguía con el número 7 y con el 9 a Bismack Biyombo y al prometedor playmaker Kemba Walker, pero sin embargo traspasaba a la estrella del equipo, Stephen Jackson, a cambio de Corey Maggete. Esta temporada será recordada todos los tiempos como la peor temporada de la historia de una franquicia en la liga, con un paupérrimo 7-54 y un horroroso porcentaje de victorias del 10 %.

La mala suerte se cebaba con los Bobcats, y a pesar de estos escandalosos registros, el sorteo no les otorgaba el número 1 del Draft, que caía para New Orleans. Los Hornets, como era de esperar, elegían a la gran estrella del año universitario, Anthony Davis, que podría haber sido el líder que nunca habían tenido los de Charlotte. El número 2 no estaba tan claro, Jordan se decidía por el compañero de universidad del dominador del draft, el completísimo alero Michael Kidd-Gilchrist, decisión apoyada en su mayoría por los aficionados. Veremos como le sale la apuesta.

Anthony Davis (23) y el elegido por los Charlotte, Michael Kidd-Gilchrist (14), dominaron el draft de 2012.

Adam Morrison, Wright, DJ Agustin, no renovar a Felton, regalar a Chandler y a Wallace, traspasar a Stephen Jackson a cambio de prácticamente nada… Muchísimos son los errores que ha cometido Jordan en estos 6 años, hasta el punto de situar la pasada camapaña a los Bobcats como el peor equipo de la historia. Todo lo bueno que ha sido Jordan como jugador se contrasta con el desastroso General Manager que está siendo hasta la fecha. El crédito de Jordan se acaba completamente, y se le han permitido muchísimos fallos por ser quién es. Presenciaremos si Jordan consigue arreglar y reconstruir su juguete, o, si por el contrario, sigue roto.

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