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lunes, 27 de agosto de 2012

Modric, ¿la solución?

El Real Madrid no ha comenzado la temporada de la mejor manera posible. La entidad presidida por Florentino Pérez no conoce la victoria tras 3 partidos oficiales. En la Liga BBVA el equipo blanco ha conseguido únicamente un punto de los seis que se han puesto en juego. Ese punto es el obtenido tras empatar con el Valencia en la primer jornada de liga. En el segundo acto, los de José Mourinho caían con estrépito al sur de Madrid, ante sus vecinos de Getafe (2-1). Además hay que añadir la derrota en la ida de la Supercopa de España ante el FC Barcloena (3-2), la cuál, pudo ser más amplia sino llega a ser por esos 20 segundos comentados en el postpartido y tan claves en que la eliminatoria siga viva.

Es un hecho que el actual campeón de liga no está a su nivel. Desde Iker Casillas a Cristiano Ronaldo, todos, están muy por debajo de lo esperado.

El estado físico de los blancos no es ni mucho menos el adecuado. Lentos, sin chispa, algo característico del equipo de Chamartín, y sin las ideas claras que temporadas atrás mostraban los de la capital de España. Ayer en Getafe se vio, posiblemente, el peor partido del Real Madrid en los últimos 18 meses. 

Además, los problemas en el balón parado parecen que vuelven a aflorar. Si parecía una asignatura resuelta, los fantasmas del pasado han vuelto a florecer. Dos de los tres goles encajados en liga han venido de situaciones a balón parado. Falta de concentración, solo tiene un nombre los errores de la zaga en estas situaciones. Los equipos saben que son las jugadas donde las fuerzas se igualan, donde los millones y el presupuesto se sitúan a la misma altura, y las deben aprovechar al máximo.
Pero no solo el balón parado esta siendo el quebradero de cabeza del Real Madrid en este inicio de temporada. Con el balón en los pies, en su poder, los blancos no son los mismos que deslumbraron la temporada pasada. Xabi Alonso no conecta con la línea de tres, Özil no tiene la frescura de meses atrás, Benzema no se asocia y Cristiano Ronaldo no está. Los únicos salvables son los argentinos Di Máría e Higuaín, ambos han hecho algo distinto a lo de sus compañeros, pero tan normal la temporada pasada. Encaran, rápidos y directos; suyos son los dos goles (Higuaín) y las dos asistencias (Di Maria) del Real Madrid en liga.
Los problemas se aprecian con facilidad, no hace falta ser un estudioso del fútbol. En defensa, se ve la importancia de Pepe. Impecable en el juego aéreo y rápido en las coberturas. Ayer, en el Coliseum Alfonso Pérez ni Raúl Albiol ni Sergio Ramos estuvieron a la altura. En la medular, Xabi necesita recuperar su mejor tono físico para imprimir velocidad en las transiciones. Y en ataque, salvo el dúo argentino mencionado anteriormente, todos se encuentran  a años luz de lo que son. El Real Madrid los necesita, ellos necesitan al Real Madrid.

Los problemas en el balón parado han vuelto a aparecer en el Real Madrid. 


Si algo positivo se puede extraer de estas primeras semanas de competición es que todavía quedan 36  jornadas ligueras. Un mundo, pero el FC Barcelona ya está 5 puntos por encima, lo que obliga a los blancos a no cometer más errores en los próximos meses si no quieren alejarse de sus máximos rivales antes de Navidad.

Y si esto parece poco, el miércoles visita el Santiago Bernabéu el FC Barcelona. El equipo blaugrana no conoce la derrota en sus últimas 7 visitas al estadio madridista (2 empates y 5 victorias). La última victoria blanca como local frente al Barça data del 7 de mayo de 2008, día del pasillo, que acabó con el resultado de 4-1 favorable a los por entonces entrenados por Bernd Schuster.
Los de Tito quieren hacer más daño en su rival, quieren levantar el primer título del año en casa del eterno adversario, y si así sucede, el golpe en la casa blanca será mayor. Para el Real Madrid que mejor manera de irse incorporando a la faz de la Tierra tras este inicio que vencer al FC Barcelona, en casa, ante su afición y levantar la Supercopa. El partido del miércoles tiene todos los alicientes posibles y, si fuera poco la situación que ambos atraviesan, llega Modric.

Florentino Pérez
Luka Modric es presentado con su nueva camiseta en las oficinas del Santiago Bernabéu.

El fichaje era esperado, el momento, una incógnita. Aprovechando la derrota en Getafe, Florentino se encargó ayer noche de cerrar el acuerdo con el dueño de los Spurs. El señor Levy, máximo accionista del Tottenham, accedía a la venta y el croata se convertía en nuevo jugador blanco. Apodado el "Cruyff de los Balcanes", por su parecido al holandés que jugó en el Barça, el menudo futbolista tendrá la oportunidad de debutar ante su afición este mismo miércoles. 
El croata llega en un momento extraño para el madridismo. El equipo no esta en su mejor forma, decimoquinto en liga y a cinco puntos del eterno rival. Pero al croata le sobra la calidad y el carácter ganador lo lleva en la sangre. Modric, ¿la solución?, la respuesta la sabremos en unos meses, quizá debute el miércoles, pero su efecto habrá que verlo en un par de meses. Por ahora es el único refuerzo de un Madrid que está espeso, lento, apagado, no es el Real Madrid.


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