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lunes, 13 de agosto de 2012

Minnesota: ¿sueño o realidad?


Minnesota es un estado con muy poca importancia dentro de Estados Unidos. Situado en el norte y perdido en el centro del país, donde los grandes focos económicos y de población se sitúan en ambas costas, su capital, Minneapolis, apenas cuenta con 285.000 habitantes. Un mercado muy poco atractivo para la liga si lo comparamos con otras ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Boston, Miami, Orlando o Chicago, y, en consecuencia, un destino poco vistoso para agentes libres y cualquier jugador de la NBA.
  
Los Timberwolves son el equipo de baloncesto de la ciudad. Franquicia con muy poca historia, que entró a la liga en 1989 tras una expansión de equipos. Tras unos renqueantes comienzos, consiguieron en el draft de 1995 a un jovencísimo Kevin Garnett, que les hizo ganarse un nombre en la NBA. Jugaron Playoffs 8 años consecutivos, siempre eliminados en primera ronda, hasta que en la 2003/2004 llegaron a finales de conferencia, en la que perdieron contra los Lakers. Sin embargo, a partir de ahí, las cosas empezaron a ir peor, y, finalmente, en el verano de 2007, traspasaban a su gran estrella y mejor jugador de la historia del club, Kevin Garnett, a Boston Celtics a cambio de una serie de jugadores. A partir de entonces, se convirtió en un equipo perdedor lejos de esos buenos años con Big Ticket - por Kevin Garnett.

Kevin Garnett fue la referencia de los Timberwolves durante la década pasada.
  
Con el paso de los años, los Wolves erraban en sus elecciones de draft. Ya en 2006, cambiaron a Brandon Roy (del que hablaré más tarde) por el mediocre Randy Foye. En 2007, gastaron su número 7 en Corey Brewer, y en 2008, usaban un jugoso pick 3 en OJ Mayo, dejando pasar jugadores como Rusell Westbrook, Kevin Love o Roy Hibbert. Sin embargo, tras el draft cambiaron a Mayo por el propio Love, que más tarde se convertiría en el capitán general del equipo.

El joven Love se convertía en la estrella de un equipo, que, aunque perdía muchos partidos, estaba repleto de jugadores jóvenes para reconstruir. Un momento clave para la franquicia fue el draft 2009: Ricky Rubio, para muchos el mejor jugador del mundo que no jugase en la NBA, se presentaba al draft. No parecía muy factible que llegase en la liga americana ese año por el contrato que había firmado con el Regal Barcelona. Clippers, Grizzlies, Thunder y Kings lo dejaban pasar. No obstante, en Minneapolis vieron que era el base perfecto para Love, y lo seleccionaron con el número 5. Pero Ricky tardaría dos años en llegar.

El equipo no progresaba, hasta el punto de conseguir sólo 15 victorias en la 2009/2010. Su elección en ese draft, Wesley Johnson (pick 4), tampoco convencía nada, y en el de 2011, con el 2, un Derrick Williams que, hasta ahora, no ha explotado.

Este último verano, las cosas cambiaron. Ricky Rubio, el esperado, finiquitaba su contrato con el Barça (en el que no había destacado y mucha gente dudaba de él) y ponía rumbo a Minnesota, además de la llegada de un experimentado entrenador como Rick Adelman, que había hecho un gran trabajo en Houston con McGrady, Ming y compañía. El equipo, dirigido por Ricky (que sería una de las grandes revelaciones de la temporada y un fijo en los highlights con sus mágicos pases), y liderado Love, carburaba, y la elección para el All-Star del ala-pívot, que repetía participación tras su elección en 2011, era la confirmación de la gran temporada de los Wolves. Tras el All-Star, todo el mundo hablaba de Playoffs, comparando este joven equipo y el que liderase hace ya unos cuantos años Kevin Garnett. Pero la mala suerte se volvía a cebar con los Timberwolves. A principios de marzo y con el partido ya decidido, Ricky Rubio chocaba fortuitamente con Kobe Bryant y se rompía los ligamentos, hecho irreversible que hizo que se acabaran todas las opciones de Playoffs que tan seguras daban los aficionados de Minneapolis.

Ricky Rubio (9) y Kevin Love (42) representan la base de los nuevos Wolves.

A pesar de todo esto, la ciudad de Minnesota no se rinde. Ricky volverá a las canchas entre septiembre y diciembre, y su gran estrella Kevin Love vuelve a casa con el oro olímpico colgado del cuello. Ambos estarán acompañados por buenos secundarios que ya estaban en el equipo como Barea, Derrick Williams y Nikola Pekovic (que será el center titular) y dirigidos por Rick Adelman.
  
Hasta aquí todo igual que el año pasado, pero ahora viene el salto de calidad. Los Wolves han conseguido convencer a dos jugadores desterrados de la liga por diferentes motivos:

- El primero, la gran estrella Brandon Roy, que fue el rookie del año en 2007 y que los propios Wolves draftearon aunque se fue directamente a Portland. Se retiró del baloncesto en diciembre del año pasado por problemas en las rodillas, y ahora se demuestra claramente que fue algo precicipitado. Todo este año ha estado tratándose las rodillas, y ahora se ve con fuerzas para volver, algo que no ha gustado nada en Portland, en el que era el ídolo local. Sus rodillas dependerán mucho de las aspiraciones de los Wolves, pero, si está bien, es un escolta de nivel All-Star.
   
- El segundo es el alero ruso Andrei Kirilenko. Salió de la liga ante el inminente lockout el año pasado rumbo a Rusia, su país natal, y ha sido el MVP de la Euroliga aunque el CSKA de Moscú no consiguió llevarse el torneo. Todo parecía indicar que llegaría a Brooklyn de la mano del propietario del club y compatriota de Kirilenko, Mikhail Prokhorov, pero tras el dinero gastado por este en los Nets,  el alero ruso (All-Star en 2004) jugará a Minnesota. Con él a su mejor nivel, los Wolves pueden aspirar a todo.

 La llegada de Brandon Roy y Andrei Kirilenko es un reclamo para los aficionados de la ciudad de Minnesota.

A ambos le añadimos el fichaje de Aleksey Shved, base/escolta ruso que ha sorprendido a todos en los recientemente finalizados Juegos Olímpicos siendo uno de los mejores directores de juego del torneo, llegando a echarse al equipo ruso a la espalda en los minutos finales del tercer y cuarto puesto contra Argentina y consiguiendo el bronce para los rusos. Shved tiene 23 años y procede del CSKA de Moscú, donde ha compartido equipo con Kirilenko. La ayuda de AK47 - por Kirilenko- al joven base en adaptarse a Estados Unidos y a la NBA se prevé muy importante para que Aleksey juegue a gran nivel y se quite esa fama de irregular. 

Un equipo con un quinteto titular formado por Ricky Rubio, Brandon Roy, Andrei Kirilenko, Kevin Love y Nikola Pekovic, dirigido por Rick Adelman y con fondo de banquillo con Barea, Alexey Svhed, Derrick Williams y Tolliver no se puede descartar para ningún objetivo. El tiempo dirá si el nuevo proyecto de Minnesota será, de nuevo, un sueño, o por fin se convertirá en una realidad. En el mes de marzo, lo sabremos.

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