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domingo, 31 de marzo de 2013

Un ingeniero como entrenador (II)

Pellegrini era el elegido por Florentino Pérez para comandar su segundo mandato en el Real Madrid. El chileno, avalado por su buen hacer en Vila-Real aterrizaba en el Santiago Bernabéu. Ese verano, el de 2009, llegaban a la capital de España Cristiano Ronaldo, Ricardo Izecson dos Santos Leite "Kaka´", Xabi Alonso o Karim Benzema, casi nada. Un proyecto hecho para ganar, un proyecto que se acabó la noche del 27 de octubre en Alcorcón. El 4-0 en la ida de los dieciseisavos de final dejaba sin crédito al chileno. 

La eliminación en los octavos de final de la Champions tras empatar (1-1) con el Lyon, unida a esa eliminatoria de Copa del Rey hacían que el chileno abandonara el Real Madrid en verano. De nada le valían sus 96 puntos y más de 100 goles (102) en el campeonato local, el Barça ganaba la liga y Mourinho sustituía a Pellegrini. El chileno esperaba ofertas. Tras unos meses sin trabajo, el Málaga y su nuevo proyecto, llamaban a sus puertas.

Manuel Pellegrini (izq.) el día de su presentación como técnico del Málaga CF.

La reconstrucción

Era octubre, se llevaban 11 jornadas disputadas y el proyecto del jeque Al-Thani con Jesualdo Ferreria a la cabeza estaba lejos del objetivo inicial: Europa. Pellegrini llegó con la permanencia como principal fin, pues el Málaga estaba en puestos de descenso.

Tras un inicio irregular y poco convincente, el Málaga era colista. Las cosas no pintaban viene en la ciudad de la Costa del Sol, pero 7 victorias en los últimos 12 partidos, dieron la salvación. Los fichajes en el merado de invierno, véase, Julio Baptista, Martin Demichelis, Ignacio Camacho o un Enzo Maresca recuperado para la causa, se convertían en fundamentales para que los boquerones se quedaran en primera. Llegaba verano, el Málaga cambiaba de cara.

Una ciudad ilusionada

Con el dinero qatarí, Pellegrini construía un equipo a su imagen y semejanza. El toque y la asociación como seña de identidad, de ahí los fichajes de Joaquín, Isco, la perla de la cantera que volvía tras su años en Paterna, y Cazorla, petición expresa del chileno, pero sin olvidar la estabilidad y el equilibrio. A Demichelis o Camacho se unían Monreal y Toulalan, el Málaga ya estaba formado.

Con las expectativas de volver a Europa tras muchos años, el Málaga firmaba una campaña histórica.  Su regularidad durante todo el año, pero sobre todo el rush final le daba la cuarta plaza, una cuarta plaza que le daba el pasaporte para jugar la previa de la Champions. La Rosaleda se emocionaba con su equipo.

La Rosaleda se emocionó el día que su Málaga certificaba el pase a la previa de la UCL.


Un verano distinto

Si el verano 2011 todo era ilusión, 12 meses después, las cosas habían cambiado. Los problemas financieros obligaban a vender. Rondón se marchaba a Kazán, y Cazorla a Londres. Dos de los jugadores más importantes se veían obligados a abandonar las Costa del Sol. Pellegrini, ante la situación, tripuló la nave como él solo sabe. Convenció a los jugadores y se marcó un objetivo: estar entre los 32 mejores equipos de Europa.

Pasar la fase previa reportaría el dinero necesario para reforzar la plantilla. El Panathinaikos de Jesualdo Ferreira, casualidades de estas que siempre da el fútbol, era el rival. Con apenas 18 jugadores, el Málaga resolvía la eliminatoria en La Rosaleda (2-0), los goles de Demichelis y Eliseu, y el empate en Atenas (0-0), daban a los malagueños el billete a Europa.

La última construcción del ingeniero

Con la Champions asegurada, llegaban Saviola y Roque Santa Cruz para reforzar el ataque, además del chileno Iturra. La temporada avanzaba y el Málaga no dejaba de soñar. Siempre en posiciones europeas en Liga y desarrollando un juego atractivo, la Champions quemaba etapas y el Málaga seguía vivo. En invierno se iba Monreal dejando 12 millones, pero aterrizaban Antunes y Morales, el Málaga se reinventaba sobre la marcha.

Primero de un grupo de nivel, pues AC Milan, Zenit y Anderlech se veían superados por los boquerones. Llegaban los octavos, llegaba el Porto. Líder en Portugal y con el 1-0 en contra traído de tierras lusas, La Rosaleda esperaba. La noche más mágica del fútbol andaluz en el último lustro se escribía en blanco y azul.

El Málaga celebra el gol de Roque (2-0) que les daba el pase a los cuartos de final.

El Golden Boy 2012, Isco, adelantaba al equipo de su tierra, el posterior gol de Roque hacia estallar La Rosaleda. El Málaga estaba entre los 8 mejores equipos del continente. Pellegrini lo volvía a hacer. Un debutante en uratos. Ahora, espera el Dortmund.

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